PORQUÉ PARTICIPAMOS EN LA CADENA
La pregunta no sé si debería ser ¿porqué participar en la cadena de la creatividad? ya que ¿cómo no hacerlo? Convencida de que hay que abrir el aula al exterior y hacer experimentar al alumnado más allá de lo que se hace en clase, el participar en este proyecto fue desde un primer momento un gran aliciente. Si encima la propuesta viene de un grupo de grandísimas compañeras de la especialidad, que realizaron propuestas tan interesantes e ingeniosas el curso pasado, más motivador aún formar parte de uno de los eslabones.
Personalmente la cadena ha supuesto para mí el formar parte de un gran engranaje consistente en el impulso de buenas ideas del alumnado. Para ellos supone un espaldarazo, un reconocimiento que les hace valorarse más, reconocer su capacidad de innovar y que les permite ganar confianza y seguridad en ellos mismos.
Lo bonito de la cadena es que en ella siempre se aprende, porque cuanto más diversa es, más ricas son sus propuestas. No deja de sorprender, no deja indiferente. Tenemos un alumnado con un enorme potencial, y proyectos como éste ayudan a visibilizarlo.
DESPERTANDO NEURONAS
Mi alumnado de este año, como suele ser habitual, venía con las reticencias típicas en el alumnado de ciclos, especialmente en grado medio: «ya está todo inventado», «no se me va a ocurrir nada», «para crear una buena idea hay que invertir mucho dinero»… qué os voy a contar que no sepáis ya!
Para ‘calentar motores’ hicimos unos ejercicios previos de creatividad, contribuyendo así a despertar sus ‘neuronas creativas’. Para empezar, eché mano del RETO 1+1 de Daniela Gimeno, del cual surgieron ideas ingeniosas como una sombrilla de playa con placas solares o la ya manida app para las Fallas.
Posteriormente realizamos una dinámica que es una adaptación de la técnica SCAMPER que me pasó mi gran compañera Sonia Pina. Actividad con la que, a un objeto elegido por ellos del ámbito de la electrónica, debían introducirle propuestas como cambiar la dosis en que se usa o convertirla en un bien «DIY», entre otros aspectos.
Gracias a estas actividades previas se dieron cuenta de que podían surgir en clase ideas de negocio originales, útiles y aplicables a la realidad de su entorno.
GENERANDO IDEAS
Una vez metidos en harina, les propuse generar ideas mediante una derivación del RETO 1+1, al que he llamado RETO 1×3 (ÓPTICA).
Se trata de una adaptación del reto original, pensada para la cadena de la creatividad y con la intención de introducir un componente social a la misma.
El primer componente de la columna se compone de diversos ámbitos de la familia profesional a la que queremos regalar ideas, de óptica, por lo que en ella enumeré diversas competencias profesionales de dicho título.
En la segunda columna introduje una serie de componentes de nuestra propia familia profesional, la electrónica, algunos de ellos ya presentes en el RETO 1+1 original, otros añadidos para acercarse más a la realidad del alumnado que trabajó este reto (Instalaciones de Telecomunicaciones).
Finalmente, en la tercera columna, y mediante una lluvia de ideas/brainstorming, detectamos algunos problemas o retos del campo de la óptica a los que intentar dar solución mediante nuestras propuestas de negocio. Aquí es donde se introdujo el componente social, al sacar a la luz problemas o retos a los que se enfrenta la sociedad relacionados con el ámbito profesional del alumando receptor de nuestras ideas.
Y LAS IDEAS/REGALO SON:
De las combinaciones de estos tres componentes surgieron muchísimas ideas fantásticas. Un mononazo, no os podéis ni imaginar!!
Algunas las tuvimos que descartar por demasiado futuristas y difíciles de realizar con la tecnología actual, otras por ser productos ya existentes en el mercado aunque poco conocidos.
Las seleccionadas finalmente para regalar al alumnado de Óptica de Mislata son:
Aplicación que, con un rápido escaneo de la cara, te indica qué gafas son las que mejor se adaptan a tí y te asesora con el color o forma de la montura.
Se trataría de una app profesional, destinada a ser usada por las tiendas de óptica, para mejorar su atención al cliente. Se podría incluso introducir el catálogo de monturas de las que dispusiera el negocio para mayor comodidad del cliente. Se trata de esta manera de dar un asesoramiento más personalizado y de mayor calidad al elegir las monturas. Además, los clientes ganan en comodidad, al no tener que ir probándose multitud de monturas, con lo que eligen de manera más sencilla. Volver a comprarse gafas, con esta app, dejará de ser tan pesado!
Es un modelo de gafas que pueden almacenar energía solar mediante sus lentes, ya que incluyen placas solares que recogen la misma. La montura tiene incorporado un sensor de luz, dos leds y una pequeña batería donde se acumularía la energía.
Se trata por tanto de facilitar al usuario de una pequeña linterna para su uso personal, muy útil en diversas situaciones (al ir a abrir la puerta de casa por la noche, si te cae un objeto en un lugar oscuro, para ser más visibles en un camino poco iluminado…). ¿Quién no ha necesitado alguna vez una linterna y no la ha tenido a mano?
Con la edad la mayoría de personas usa gafas para ver mejor de cerca, para leer, y si las deja olvidadas en algún rincón de casa, después es un engorro buscarlas. Éste era precisamente el problema detectado por Mario al observar a su padre.
La propuesta consiste en un kit que se vendería a las ópticas para que se lo ofrecieran a sus clientes. Realizando un pequeño rebaje en el interior de la patilla de las gafas se introduciría un pequeño microchip con antena que se encolaría, quedando completamente disimulado. Una vez insertado, el cliente, mediante una sencilla app, podría encontrar fácilmente las gafas cada vez que las extraviara. Sencillo, verdad?
Los problemas de audición se van a extender cada vez más en el futuro, por el uso indebido de auriculares y el envejecimiento de la población. Y muchas personas ya llevan gafas. Al detectar lo incómodo que resulta para las personas que deban usar estos dos dispositivos se intentó buscar una solución.
Los «Hearing Glasses» consisten en una gama de gafas compatibles con el uso de audífonos cuya patilla finaliza en un enganche que se adapta a los mismos. De esta manera, el usuario, mediante una simple adaptación, podría llevar cómodamente ambos dispositivos. Así conseguiría que las monturas elegidas pudieran acoplar a sus audífonos de manera sencilla, evitando los inconvenientes que existen hoy en día para usuarios de audífonos que además llevan gafas.
Este sistema tiene una ventaja muy grande si los usuarios son niños, ya que sería más difícil la pérdida del audífono. Además, se podría colocar en cualquiera de los dos oídos, en ambos, o en sólo uno de ellos, ajustándose a las necesidades del usuario.
¿Y qué pasa con las personas que no llevan gafas porque no pueden permitírselas? En ocasiones, personas con pocos recursos no se pueden renovar las gafas tan a menudo como sería necesiaro, llevando lentes con graduaciones ya obsoletas. O por vergüenza o despiste, podemos encontrarnos con que no llevan gafas y les resultan necesarias.
En este tipo de situaciones se centra «GraduApp». Se trata de una aplicación que compensa pequeños defectos en la visión directamente en la pantalla del móvil o la tableta, de manera que adapta lo que allí se refleja a las necesidades del usuario. En la app se introduciría la graduación concreta de la persona usuaria y las imágenes o textos se adaptarían automáticamente para una mejor visión de las mismas. La idea no sería sustituir el uso de gafas de manera permanente, sino poder salir temporalmente del paso.
Y para finalizar, la propuesta más futurista. Consiste en unas lentillas con sensores electrónicos que se conectan a un dispositivo que quiera utilizar su usuario (una televisión, un ordenador, una tablet…). A través de estas lentillas se conseguiría controlar dicho dispositivo tan sólo con la mirada.
Este producto está pensado para personas que, de manera temporal o definitiva tengan afectada su movilidad, especialmente de los miembros superiores (por ejemplo, personas con tetraplejía o amputadas de brazos). Pensamos que, si bien es difícil de implementar, se trata de una idea realizable a medio plazo y que mejoraría muchísimo la vida de éstas personas.
Esperamos que estas ideas le gusten al alumnado del CIPFP de Mislata, y en especial a su profesora, Mª Cruz García, gran innovadora y emprendedora!!
Y para concluir con esta entrada, os compartimos un vídeo que resume nuestra experiencia como eslabón de la cadena.
Gracias a todas las componentes de la primera edición de la cadena por acogerme con tanto cariño y hacerme partícipe en este proyecto y en especial a Marta y a Daniela por su enorme esfuerzo porque esta preciosa iniciativa salga adelante!!
Enhorabuena a todxs lxs participantes del presente curso, que habéis puesto el listón tan alto!!
Nos vemos en las redes 😉